Semana del 28 de julio al 3 de agosto
+ Cruzaba sirenas con centauros y salieron caballitos de mar.
+ Fenómeno curioso ese que tiene lugar en los grandes contenedores metálicos que se emplean para arrojar los escombros en las obras. Sin que se sepa bien por qué, apenas los instalan en las aceras, se llenan de objetos extraños, de trastos inútiles procedentes de viviendas de todo el vecindario. Casi sorprende que se arrojen allí los escombros, es más corriente encontrar colchones con restos de manchas infames, sofás destripados, televisores que no se sabe cómo podían seguir teniéndose en una casa, todo menos escombros.
+ Tan mal estaban las cosas en aquel pueblo, que el alcalde dictó un bando obligando a las golondrinas a pagar el alquiler de las azoteas y tejados que ocupaban.
© Juan Ballester
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