viernes, 4 de julio de 2008

La poesía de Dylan

SAD-EYED LADY OF THE LOWLANDS

Si hablamos de poesía y de Dylan es obligado hacer mención a la joya que cierra el álbum Blonde on blonde, que no es otra que la gigantesca Sad-eyed lady of the lowlands.

Hoy en día quizá no resulte tan sorprendente encontrar una canción de 11 minutos en un álbum de música pop. Son muchos los artistas que han compuesto piezas largas (Dire Straits, Van Morrison, el Boss, etc.), pero en 1966 eso era una temeridad, y más aun si tenemos en cuenta que al aparecer el álbum (en formato vinilo) esta canción ocupaba una sola cara, lo cual fue en su momento un hecho sin precedentes.

La canción fue escrita en febrero de 1966, y ya desde las primeras notas se aprecia que estamos ante algo diferente, ante una pieza legendaria, de esas que se deberían enmarcar y ser de estudio obligatorio en las clases de literatura y en los talleres de poesía:


«Con tu boca mercurial de horas misionarias,
y tus ojos ahumados y tus plegarias como rimas,
y tu cruz de plata y tu voz como campanas,
¿quién podría ocultarte?
Con tus bolsillos bien protegidos
y tus tranviarias visiones que colocas sobre la hierba,
y tu carne como seda y tu cara como cristal,
¿quién podría querer llevarte consigo?...».


Sólo a Dylan se le ocurriría hacer una pieza de semejantes características, retratar de forma tan extraña a una mujer a la que la vida ha zarandeado hasta convertir en un pingo, en un desperdicio, y que sin embargo conserva su poder de seducción, atrae como un imán y consigue que los hombres aún la deseen a pesar de su vida anterior.

Para mayor asombro, hoy en día sabemos que está dedicada a su esposa Sara (a la que años más tarde confesaría que estuvo 'en un hotel de Chelsea escribiendo para ti Dama de mirada triste de las tierras bajas'...).
La verdad, muy enamorado debía estar Dylan para ser capaz de engendrar versos de tal calibre poético:
Con tus rabietas de niña sobre tu alfombra de medianoche,
Y tus modales españoles y las drogas de tu madre
Y tu boca de vaquero y tus anuncios de toque de queda,
¿Cuál de ellos piensa que se te podría resistir?

Formalmente la canción se estructura en cinco estrofas de ocho versos, rematadas por un estribillo de cinco versos, común para todas ellas. Tres de las cinco estrofas comienzan igual (With your ...), y todas ellas terminan introduciendo una interrogación, una pregunta que queda finalmente sin respuesta, una disyuntiva entre el abandono y el seguir adelante. Todos estos factores producen un ritmo peculiar y muy característico, arropado por un ritmo de vals y el sonido de la armónica, que como casi siempre suena hermosísima.
Una composición demoledora que sin embargo nunca ha querido (o tal vez no se ha atrevido) a interpretar en directo.
Y es lástima, porque su letra es poesía de la buena, simplemente.

© Juan Ballester

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