En 1928 aparecieron publicados en revistas semanales siete episodios y un prólogo, que llevaban por título global "Novísimas aventuras de Sherlock Holmes". Todas ellas fueron recopiladas posteriormente por la editorial Biblioteca Nueva (1930) en un volúmen de miscelánea denominado «El libro del convaleciente».
Se trata, como puede suponerse, de una parodia de las novelas de Arthur Conan Doyle, en las que el personaje de Watson es asumido por el propio narrador, a quien el detective llama cariñosamente Harry, que es la forma coloquial de Henry (Enrique).
Al parecer el éxito de esta serie de episodios fue tal, que en 1936 Jardiel escribió una novela corta, a la que tituló "Los 38 asesinatos y medio del castillo de Rock", utilizando para ello los materiales del primero y del séptimo episodios antes referidos. Esta novelita apareció en algunas colecciones literarias de la época, como La Novela Corta, etc.
La obrita fue más tarde rebautizada con su título actual y la editorial Biblioteca Nueva volvió a recopilarla en el segundo libro de miscelánea de Jardiel, «Exceso de equipaje» (1943).
Varias han sido hasta hoy las ediciones de esta deliciosa novelita. Aparte de las incluidas en volúmenes recopilatorios (Obras completas, Obras escogidas, Libro del convaleciente, Exceso de equipaje, etc.), dejamos constancia de las siguientes:
Los 38 asesinatos y medio del castillo de Hull:
La Novela de una Hora, nº 7, 1936.
La Novela Corta, nº 13, 1949.
La Codorniz nº 50, 17 de mayo de 1942.
La Novela del Sábado nº 4, 1953.
Editorial Cid, 1953.
La Novela Cómica.
Germán Plaza, col. El Gorrión 1958.
Los archivos de Baker Street, Valdemar.
Rey Lear, col. Breviarios nº 3, 2007.
Novísimas aventuras de Sherlock Holmes:
Rey Lear, col. Breviarios, 2008.
Siete novísimas aventuras de Sherlock Holmes:
Germán Plaza, col. Libro Pulga, h. 1962.
Por cierto, en la edición que comentamos, la introducción corre a cargo de un tal Rafael Reig, quien sin pudor alguno confiesa no gustarle el teatro, ni visto, ni leído, ¡¡¡y por supuesto tampoco el de Jardiel!!!
Hay que lamentar que semejante individuo haya sido el encargado de realizar el prólogo, aunque al menos hay que reconocer que sinceridad no le falta. Pero en fin, con la de jardielistas solventes y entusiastas que por fortuna tenemos en España y hasta fuera de la península, ya podían haberlo encargado a otra persona.
Se trata, como puede suponerse, de una parodia de las novelas de Arthur Conan Doyle, en las que el personaje de Watson es asumido por el propio narrador, a quien el detective llama cariñosamente Harry, que es la forma coloquial de Henry (Enrique).
Al parecer el éxito de esta serie de episodios fue tal, que en 1936 Jardiel escribió una novela corta, a la que tituló "Los 38 asesinatos y medio del castillo de Rock", utilizando para ello los materiales del primero y del séptimo episodios antes referidos. Esta novelita apareció en algunas colecciones literarias de la época, como La Novela Corta, etc.
La obrita fue más tarde rebautizada con su título actual y la editorial Biblioteca Nueva volvió a recopilarla en el segundo libro de miscelánea de Jardiel, «Exceso de equipaje» (1943).
Varias han sido hasta hoy las ediciones de esta deliciosa novelita. Aparte de las incluidas en volúmenes recopilatorios (Obras completas, Obras escogidas, Libro del convaleciente, Exceso de equipaje, etc.), dejamos constancia de las siguientes:
Los 38 asesinatos y medio del castillo de Hull:
La Novela de una Hora, nº 7, 1936.
La Novela Corta, nº 13, 1949.
La Codorniz nº 50, 17 de mayo de 1942.
La Novela del Sábado nº 4, 1953.
Editorial Cid, 1953.
La Novela Cómica.
Germán Plaza, col. El Gorrión 1958.
Los archivos de Baker Street, Valdemar.
Rey Lear, col. Breviarios nº 3, 2007.
Novísimas aventuras de Sherlock Holmes:
Rey Lear, col. Breviarios, 2008.
Siete novísimas aventuras de Sherlock Holmes:
Germán Plaza, col. Libro Pulga, h. 1962.
Por cierto, en la edición que comentamos, la introducción corre a cargo de un tal Rafael Reig, quien sin pudor alguno confiesa no gustarle el teatro, ni visto, ni leído, ¡¡¡y por supuesto tampoco el de Jardiel!!!
Hay que lamentar que semejante individuo haya sido el encargado de realizar el prólogo, aunque al menos hay que reconocer que sinceridad no le falta. Pero en fin, con la de jardielistas solventes y entusiastas que por fortuna tenemos en España y hasta fuera de la península, ya podían haberlo encargado a otra persona.
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