2.- Desperezándose junto a la ventana
La segunda escena importante del poema, por lo que a iconografía se refiere, la constituye el momento que la dama de Shalott se despereza para desentumecer los músculos tras su ardua e inagotable labor tejiendo escenas en su telar, mientras contempla en el espejo el reflejo de dos amantes que se abrazan al otro lado del río. Ese detalle, unido al propio contoneo de la dama, le dota a la escena de un punto de sensualidad. Waterhouse, Pyle o William Hunt, entre otros, han inmortalizado este segundo bloque argumental.
La segunda escena importante del poema, por lo que a iconografía se refiere, la constituye el momento que la dama de Shalott se despereza para desentumecer los músculos tras su ardua e inagotable labor tejiendo escenas en su telar, mientras contempla en el espejo el reflejo de dos amantes que se abrazan al otro lado del río. Ese detalle, unido al propio contoneo de la dama, le dota a la escena de un punto de sensualidad. Waterhouse, Pyle o William Hunt, entre otros, han inmortalizado este segundo bloque argumental.
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