viernes, 26 de septiembre de 2008
Tipología del soneto (XXI)
TEMÁTICA DEL SONETO
II.- EL SONETO ERÓTICO (II)
* Sueños eróticos
Soñaba una doncella que dormía
con un galán que amaba tiernamente,
y que él en todo andaba diligente
y descuido ninguno no tenía.
Ella, aunque mal, al fin, se resistía,
diciendo: "¿Qué dirá de mí la gente?",
en efecto cumplió con su accidente,
dando los dos remate a su porfía.
El galán la besaba y abrazaba
con más calor que un encendido leño;
lo dulce a derramar no comenzaba,
cuando se despertó, y dijo al sueño:
"¿Durar un poco más, que te costaba,
pues para mí era el gusto no pequeño?"
(Anónimo s. XVI-XVII)
* * *
Piernas blancas y gruesas, pies pequeños,
cabellos negros, labios encarnados,
mejillas rojas, ojos agraciados,
pechos de nieve, cual lo son sus dueños,
brazos suaves, dulces y halagüeños,
de tierna y blanca mano acompañados,
ayer tarde por mí fueron mirados,
mas no podré decir si fue entre sueños.
Sí, sueño fue, que a no ser sueño, fuera
dejarlo de gozar y haberlo visto
extraño disparate y gran lucura.
Mas, sea sueño o no, en cualquier manera
que yo me vea como ayer, por Cristo,
que tengo de gozar la coyuntura.
Anónimo - atr. a P. Liñán de Riaza)
* El amor y el matrimonio
Damas, las que os quejáis de mal casadas,
haceos desear, haréis amaros;
jamás os acaezca convidaros
por más que estéis con ellos abrazadas.
Siempre habéis de mostrar que sois forzadas,
que os vence el marido, y con reparos
de resistencia siempre habéis de armaros,
y veréis cómo sois más estimadas.
Cuando sintierdes más qué es lo que quiere,
mostrad entonces menos entendello,
dejad búsquelo él, que manos tiene.
Y cuando lo buscare y lo pidiere,
primero que vengáis a concedello,
probadle el apetito con que viene.
(Anónimo s. XVI-XVII)
* * *
Cuistión es entre damas disputada
por qué, después que el hombre está casado,
no quiere a su mujer en aquel grado
que antes que con él fuera casada.
La causa es, a mi ver, averiguada,
que lo que antes era deseado,
con tal facilidad es alcanzado
que, en lugar de agradar, harta y enfada.
Si la dama un poquito se esquivase
cuando quiere gozarla su marido,
haría, con tenerlo un poco en pena,
que con mayor deleite la gozase,
y por ella anduviese tan perdido
que nunca se acordase de la ajena.
(Anónimo s. XVI-XVII)
* Malas mujeres y malos hombres
+ Malas mujeres
Amaina el toldo, pálida podenca,
que bien conozco el galgo que te tumba,
y sé que el pozairón se te derrumba
del continuo escanciar a la flamenca.
Lava esas piernas, salpicada penca,
y el morterazo en que te das cachumba,
do se dicen responsos como en tumba,
que ya el clero te toma por mostrenca.
Deja el pausado hablar por alambique,
y la ufanía de gallina clueca,
y ese follón repulgo de hogaza,
que pues tu roto barco se va a pique,
guardo mi hacho para mejor chueca,
y para mejor mula mi almohaza.
(Anónimo s. XVII)
* * *
Paréceme, señora Catalina,
que buscar este virgo es escusado,
que mi pobre rocín, de muy cansado,
menos le halla cuanto más camina.
Todo el lago y ribera convecina
lo tiene ya medido y rodeado,
y al fin procura de escaparse a nado,
por no ahogarse en la espaciosa mina.
¿De qué sirve el venderse por doncella
si se ha de descubrir tan fácilmente
de la trama cubierta el desengaño?
Allá, dama, esa flor podéis vendella
entre cobarde y temerosa gente,
que un buen carajo no recibe engaño.
(Anónimo s. XVII)
+ Malos hombres
El macho que se entrega al uranismo
muchas cosas practica sin saber,
en locura parece bachiller
y de pluma padece de lo mismo.
Citemos algún otro tecnicismo:
madofa, julandrón, del buen caber,
pichiñique, garzón, del entender,
cacorro, jibia, ducho en gomorrismo,
invertido, sarasa, nefandario,
bardaja, pipa, canco, sodomita,
carroza, travestí, bando contrario,
redondo, hueca, lila, manflorita.
Y no concluye aquí el vocabulario
de nombres que se dan al mariquita.
(Enrique Velázquez: Nombres de la serie, I)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario