El espejo se quiebra
Es uno de los momentos del poema que más ha llamado la atención de los artistas plásticos. Se trata del principio del fin, de la prueba de que la infracción de la dama (mirar directamente al mundo exterior a través de la ventana) no será perdonada por el fatal destino. Ya hay un antes y un después en su vida. Y la catástrofe es inevitable: Se levanta un viento huracanado que se lleva por delante el telar y todo lo que encuentra a su paso, y se quiebra el espejo al que ha estado atada hasta ese momento. Ya no hay vuelta atrás.
La representación que mejor refleja toda esta ruina es quizá la de William Hunt, en donde además apreciamos el desorden interior por el suelo de la estancia.
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