Anoche estuve viendo el programa de televisión en el que Zapatero se metía en una jaula llena de furiosos leones dispuestos presuntamente a devorarlo, pero, salvo un par de excepciones, al final los leones acabaron siendo tiernos mininos, como cabía esperar.
Yo no estuve allí en directo, pero de haber estado y de haber podido intervenir le hubiera dicho algo como esto:
Señor Presidente, esta mañana he recibido dos cartas de las dos principales entidades bancarias de España en las que me informan que me van a subir las comisiones que cobraban hasta ahora. Se ve que no ganan lo bastante a pesar de las recomendaciones de austeridad. Y nos cuentan que la inflación ha sido muy moderada, por niveles en torno al uno y medio por ciento. Eso será, claro, sin contar con que hay cientos de miles de familias que han visto reducidos sus ingresos a la mitad por haber perdido el trabajo alguno de sus miembros. Y usted presume de que España es la octava potencia económica del mundo, cuando lo cierto es que en cualquier país de nuestro entorno (Noruega, Holanda, Austria, Suecia, etc.) viven infinitamente mejor que aquí Y para colmo la única solución que es capaz de ofrecernos para salir de la crisis es la fe y la esperanza.
Y esta es mi pregunta, señor Presidente:
Pero ¿usted se piensa que los españoles somos tontos?
(¡¡Pena que no me invitaran al plató!!)
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