Reflexiones tras un año del blog

El próximo día 6 de abril se cumple un año desde que creé este blog, con tanta ilusión como miedo a que el experimento no funcionase, y a sabiendas de que era una obligación que yo mismo me imponía día a día, con el fin de que fuese un lugar vivo, un lugar en donde constantemente están sucediendo cosas, buenas o malas, pero cosas al fin y al cabo.

No sé cuántas visitas reales habré recibido, descontando las mías propias (necesarias para que el blog respire cada día). Sí sé que los visitantes, muchos o pocos, no son muy proclives a escribir comentarios en mi blog, tal vez porque son aves de paso, que llegan a este espacio por error o movidos por la curiosidad; tal vez porque les da pereza escribir, o tal vez porque no tienen nada que añadir a lo que aparece en el blog, lo cual sería bastante triste, por cierto, porque creo que todos tenemos siempre algo que decir.

Quizá podría hacerse bueno el dicho de que quien mucho abarca poco aprieta, o que soy aprendiz de todo y maestro de nada. Quizá la idea de hacer de mi blog un lugar en el que cada visitante pueda encontrar al menos una sección o un tema que le pueda interesar no sea la solución. En cualquier caso, mi blog mantiene intactas sus ganas de seguir creciendo y cumpliendo años.

Para el año que comienza he pensado introducir algunas novedades. En primer lugar, dar descanso a la sección de Efemérides literarias, la más numerosa desde el punto de vista de las entradas, puesto que ya he recorrido los 366 días del año haciendo constar aquellos acontecimientos relacionados con el mundo de las letras que me han parecido más relevantes cada día: publicaciones, estrenos, premios, nacimientos, defunciones, etc. Y desde mediados de junio, además, con una ilustración o fotografía relativa a alguno de los personajes vinculados con ese día, tratando de que quedasen representados de muchas nacionalidades e idiomas de expresión. Seguramente habré cometido alguna incorrección, y a buen seguro también existirán omisiones, aunque he procurado ser lo más riguroso posible y fiarme de mis propias fuentes de información antes que de las ajenas. Pero una vez recorrido el calendario completo, sería una repetición absurda volver sobre lo mismo.

Las restantes secciones han ido avanzando poco a poco y habrán de continuar en lo sucesivo, tanto en lo que se refiere a los poemas como los relatos, o las secciones temáticas (Jardielismo, Dylemas, Leyendas rojiblancas...).

Por lo que respecta a la Tipología del soneto, reconozco que es un tema bastante técnico y si hasta ahora las entradas han tenido que ver con aspectos generales del soneto y con su temática, pronto comenzaré a analizar las miles de variantes que en cuanto a su forma (longitud de los versos, esquema de rima, etc.) se pueden encontrar entre los poetas y sonetistas de reconocida solvencia.

Quizá me ha faltado, más por pereza mental que por otra cosa, insistir más en artículos comentando la actualidad del mundo, y para el segundo año de vida de mi blog prometo prodigarme más en este tipo de entradas, que hasta ahora he colocado bajo la etiqueta de Cuaderno de bitácora, junto a asuntos de diversa procedencia o pelaje (humor, anecdotario, miscelánea en general).

Como novedades más importantes puedo adelantar la creación de dos secciones nuevas. Una, que se llamará Mis batallitas, en donde pretendo hacer una especie de autobiografía literaria (con más miserias que glorias, todo hay que decirlo), y otra a la que titularé El estreno del día, cuya finalidad será recordar con algo más de profundidad las principales obras teatrales de cuya fecha de estreno se tiene constancia.

En fin, amigos y visitantes que habéis detenido vuestras naves en los inciertos terrenos de mi blog, sólo me queda daros las gracias y recordaros que, como el propio blog especifica, todo lo que halléis por aquí serán menudencias, zarandajas y fruslerías puestas más con el propósito de entretener que de ilustrar, pero en las que he puesto todo mi cariño e ilusión.

Gracias otra vez a todos.

Juan Ballester