martes, 9 de junio de 2009

No es lo mismo

No es lo mismo, no. No es igual PP que Rajoy, ni PSOE que Zapatero, por mucho que los ¿sesudos? políticos y comentaristas se empeñen en lo contrario. No se pueden extrapolar los resultados obtenidos en unas elecciones al Parlamento Europeo que en unas Generales, pongamos por caso. En los recientes comicios del día 7 no era a Rajoy y a Zapatero a quien se votaba, sino a partidos políticos, o en todo caso, a López Aguilar o Mayor Oreja.

Es cierto que los máximos líderes de cada partido han hecho campaña a favor de sus respectivos candidatos, faltaría más, pero en la calle apenas si ha habido interés hacia unas elecciones que se ven más como un retiro temporal bien remunerado -13.000 eurillos al mes, por lo visto se embolsa cada europarlamentario español- que como un examen político hacia el Presidente del Gobierno o el líder de la oposición.

El PP ha ganado estas elecciones, por supuesto, pero si en el partido no se deciden de una vez por todas a dar el relevo a Rajoy de cara a las próximas Generales de dentro de 3 años (salvo que se celebren anticipadamente), Zapatero volverá a obtener una victoria cómoda frente a su adversario, porque Rajoy podrá tener toda la razón del mundo en lo que dice, pero políticamente no transmite nada, no llega al pueblo, no tiene el carisma que tenían Felipe González o Aznar.

Si no se produce ese relevo pronto (y me temo que no se va a producir, porque esta mini-victoria del PP cegará a sus dirigentes y afiliados), volveremos a vivir una situación paradójica como la que se vivió por ejemplo en Estados Unidos con George Bush (hijo): que un tipo inútil y mediocre se mantenga en el poder por deméritos de sus oponentes en vez por méritos propios.

El tiempo corre en contra del PP. Y si las cosas no cambian en el seno del partido, el tiempo se encargará de que Rajoy vuelva una vez más a ocupar el banquillo de la suplencia (o tire la toalla definitivamente) y Zapatero (o su sucesor dentro del PSOE, caso de que éste renuncie a ser candidato una vez más) a ocupar la Moncloa y los bancos azules del Congreso de los Diputados.

Y es que, como dije al principio, aunque muchos no quieran verlo, no es igual votar por Rajoy-Zapatero que hacerlo por López Aguilar-Mayor Oreja. O dicho de otra forma, el Parlamento Europeo aún nos queda lo bastante lejos como para no preocuparnos.

© Juan Ballester

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