viernes, 15 de julio de 2011

Lamento del ornitorrinco


Soy un pobre ornitorrinco,
Dios me construyó en un rato:
me puso un pico de pato,
y me hizo andar dando un brinco.

Reconozco que estoy harto
de ser castor por el pelo
y en cambio llenar el suelo,
de huevos, como un lagarto.

Soy macedonia, gazpacho,
fabricado con retales;
de los otros animales
me han ido poniendo un cacho.

Y ya no sé si soy ave,
si soy carne o soy pescado,
nadie probó tal bocado,
pues soy venenoso: es grave.

Y ¡qué engaño! ojos de topo...
que venga un psicoanalista:
¡por estar mal de la vista
no me gano ni un piropo!

© Juan Ballester

No hay comentarios:

Publicar un comentario