lunes, 4 de noviembre de 2013

Todos los coños el coño y otros poemas profundos



Conde de Abascal
Todos los coños el coño y otros poemas profundos
Ediciones de La Discreta, 2000

Sólo dos cosas buenas sé decir del Conde de Abascal, y aún debo advertir que las diré por dos únicas razones: la una, porque me paga con exquisita liberalidad; la otra, porque lo hace con puntualidad extrema. Es la primera de sus virtudes que nunca sabe nadie dónde pueda hallarse este fugitivo vocacional, constante fuga de sí mismo, huidiza evanescencia de su sombra; y, siendo esto así, bien cómodos nos hallamos todos cuantos hemos tenido la ventura de entrar a su servicio, libres de la obsesiva vigilancia de otros amos, cuanto más todos aquellos que, sin verse en la necesidad de servirle, andan a pique de caer en el despiadado punto de mira de sus sátiras. Su otra ventura radica en que, aunque ha escrito mucho (y no del todo malo), ha dado en la manía de publicar poco, lo que trae gran consuelo a quienes, por vínculos laborales o amistosos, nos vemos en el brete de tener que escrutar sus dislates. Añadiré, eso sí, que han desaparecido todos los ejemplares de la edición de sus famosos Tropos sucios, difundidos desde la campiña cordobesa a mediados del pasado año; y que, extenuado por el ímprobo esfuerzo que le supuso hilar aquel alegre y procaz florilegio, ha habido que remover Roma con Santiago para que se animara a adunar esta gavilla de rimas amorosas. Mas no diré que es vago, no, pues quiero que me siga pagando.

(Joan Sermó)
Secretario de la Casa de Abascal

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