domingo, 6 de septiembre de 2009
Blas de Otero
Blas de Otero nació en Bilbao el 15 de marzo de 1916 en el seno de una familia acomodada que a causa de la crisis económica, se traslada a Madrid en 1927. Allí estudió con los jesuitas y cursó el bachillerato. Tras la muerte de su padre tuvo que hacerse cargo de la manutención de su madre y de sus hermanas mientras sacaba la licenciatura de Derecho en Valladolid. Durante la Guerra Civil participó como sanitario, y al finalizar la contienda ejerció la abogacía.
Su primera obra, "Cántico espiritual" (1942), sorprendió por su estilo rico y complejo que mostraba una clara influencia de la obra de san Juan de la Cruz así como ecos de Juan Ramón Jiménez o Garcilaso. En 1943 volvió a Madrid para cursar estudios de Filosofía y Letras, entablando amistad con Dámaso Alonso, Aleixandre, Bousoño y otros poetas. En 1950 aparece "Ángel fieramente humano", completado al año siguiente con "Redoble de conciencia" (1951), con los que inicia la evolución hacia una poesía de denuncia social. Ambos poemarios aparecerán más tarde refundidos bajo el título global de "Ancia" (1958).
Predominan ya los motivos existenciales y religiosos: la búsqueda de Dios a través del amor humano, el ansia de eternidad, así como la contemplación de la belleza del cuerpo femenino. A raíz de sus viajes al extranjero entre 1952 y 1954 conoce la realidad del exilio español fruto del cual dará a la luz otra trilogía compuesta por "Pido la paz y la palabra" (1955)"En castellano" (1959) y "Que trata de España" (1964). En ellos depuró paulatinamente los elementos expresivos de su poesía, al tiempo que radicalizaba su crítica a la condición represiva del régimen franquista. Tras nuevos viajes a la Unión Soviética, Cuba, China y otros países se instaló en Madrid en 1968, publicando prosas poéticas ("Historias fingidas y verdaderas", 1970) y varias antologías y refundiciones de sus libros anteriores. Compone también "Hojas de Madrid con La Galerna" (1968-79), libro de carácter experimentalen donde se aprecia una mayor desnudez en la expresión y un abandono de la retórica que caracterizaba su poesía inicial, incorporando elementos oníricos y meditando acerca del paso del tiempo.
A lo largo de su vida recibió diversos premios,como el Boscán (1950), Premio de la Crítica (1959), el Fastenrath de la Real Academia (1961) o el Omegna Resistenza. Su poesía estaba dirigida a lo que él denominó «una inmensa mayoría», por oposición a lo que Juan Ramón Jiménez llamó «una inmensa minoría», refiriéndose a una élite intelectual preparada para entender y valorar sus versos.
Blas de Otero murió en Majadahonda (Madrid) en 1979.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario